Códigos QR Biblioteca Invisible

¿Quién es el Gato Chesire en realidad?

Hola, soy el Gato Cheshire.
Tal vez te parezca raro que un gato pueda escribir. Pero tranquilo, eso es normal en mi mundo en el que todos están locos.
¿Mis pasatiempos favoritos? Además de escribir historias, leo mucho para aprender más, sobre todo temas de fantasía, aventura y misterio. Además de eso, a parte de sonreír todo el día pues soy muy positivo y despreocupado, suelo cantar varias canciones con el Sombrerero Loco y la Liebre mientras charlamos y tomamos el té.
En el País de la Maravillas hay bastantes personajes curiosos como la Reina Roja quien me jugó hace tiempo una mala pasada, la Sota su leal consejero, aunque yo prefiero mantenerme en la sombra de los bosques y hablar sobre incoherencias con Alicia y el Conejo Blanco. Hablamos de cosas sin sentido, reímos y de los tres yo soy el que más, he de admitir. Por nuestras cabezas pasan ideas locas, descabelladas y así pasamos los días con esta rara amistad. Estamos locos. Pero, ¿sabéis? Las mejores personas lo están.
¿Sabéis quién soy?

Capítulo 1 de la biblioteca invisible

CAPÍTULO 1

Un lunes, que era cuando íbamos a la biblioteca, pasaba mirando por encima los títulos de los libros: "El cuerpo humano", "Las plantas y los animales", "Lola está cansada"... Obviamente eran para niños de nuestra edad, de seis años, así que no podían ser muy gordos o difíciles. Algo que pudiésemos entender.

Precisamente me fijé en uno de portada vieja aunque el título aún era legible: "La vida en alta mar"
<<Perfecto>>pensé. Parecía que lo habían colocado ahí a propósito, como si supieran mis gustos.

No era muy gordo: cincuenta páginas. En una semana me lo había leído. Pero me equivocaba. Me lo acabé el mismo día en el que lo saqué del colegio. Aprovechaba cualquier momento para descubrir mas cosas.

Hablaba sobre la vida en el mar, los peces, los viajes importantea como el de Colón, las partes de un barco antiguo...Y sin esperarlo, el último capítulo trataba de los bucaneros y piratas que surcaban los mares del Caribe. Leyendas, islas perdidas, abordajes a barcos enemigos, mapas que nunca se encontraron, tesoros que nunca llegaron a desenterrarse...

Cosas sobre el mar de las que nunca había oído hablar, estaban todas escritas en un solo libro. Pequeños, pero obtenía una buena cantidad de relatos.

Como mínimo me lo leí siete veces antes de devolverlo. Claro que no fue fácil, y escojer uno más interesante que el anterior menos aún.

Durante lo que quedaba de mes, estaba obsesionada con los piratas y sus emocionantes vidas, dibujando calabdras por doquier en señal de que había estado allí.

-¡Una temible pirata anda suelta por el colegio!- gritaban mis amigas cuando jugábamos a piratas. Jugámos a eso gracias a que las convencí de que era un tema divertido.

Pero como es de esperar, empezaron a pensar que aauello era um juego para chicos.

En varias ocasiones les habíamos visto jugar a eso, sí, pero era más interesante que lo jugaran las chicas ya que en aquellos tiempos se las consideraban demasiado "delicadas" y esto lo hacía mas raro y divertido.

Pero mis amigas perdieron el interés a lo que también marcó el fin del mío, aunque no por mucho tiempo.

¿Quién o qué inspiró a Mary Shelley para escribir Frankenstein?

La historia del doctor Víctor Frankenstein nació de un sueño que Mary Shelley había tenido sobre el monstruo de la novela. Originalmente, Mary, su marido, el secretario Polidori y Lord Byron idearon un juego mientras estaban en una casa de campo en un día lluvioso. Cada uno debía escribir una historia de terror o miedo y ganaría la más original y espeluznante.

Así lo hicieron y Mary Shelley escribió una corta historia sobre el sueño que había tenido. Esta famosa novela tan admirada había nacido de la imaginación de esta mujer. Pero, ¿se habría basado en algo para crear al protagonista?

La tesis de doctorado de Christopher Goulding en la revista royal Society of Medicine, asegura que esta escritora se basó en un médico escocés. James Lind, que así se llamaba, era un médico que experimentaba con las descargas eléctricas en cuerpos de animales. Lind, para la fina sociedad de la época, le consideraban un excéntrico, ya que pretendía demostrar que nuestro cuerpo funciona con algo de electricidad. Casualmente, es el mismo caso en el lugar de Víctor Frankenstein. El protagonista, traumado por las continuas muertes de sus seres queridos cercanos, se vuelve obsesionado por crear vida con descargar eléctricas de un cuerpo muerto. O por lo menos, así intenta reflejarlo Mary. ¿Casualidad?

 Mary Shelley no conoció personalmente al doctor James Lind, aunque su esposo Percy Shelley sí  lo trató de cerca. Esta cercana relación, se debía a que Lind había sido su tutor para las materias científicas cuando estudiaba en Eton. Al igual que Lind, Percy Shelley había usado las descargas eléctricas para curar bultos a causa del frío en las manos a sus hermanas. Anteriormente, él había estudiado química pues mostraba interés y gran nivel sobre la ciencia.

Mary, se interesó en los temas que trataban su marido y el doctor, así que solía escuchar atentamente de lo que hablaban cuando Percy Shelley hablaba con ella.

Durante aquel lluvioso verano de 1816, Percy y Byron conversaron sobre “ diversas doctrinas filosóficas, en otras la naturaleza del principio vital, y la posibilidad de que se llegase a descubrir tal principio y conferirlo a la materia inerte"

Mary podía haberse guiado también por esa idea para crear al monstruo de la historia.

Muchos factores casi iguales se relacionan sorprendentemente con las ideas principales de la novela.  Sin embargo, Mary pone un límite a la evolución de la ciencia: "Debía ser espantoso-escribe en relación al monstruo creado por el doctor Frankenstein-; pues supremamente espantoso sería el resultado de todo esfuerzo humano por imitar el prodigioso mecanismo del Creador del Mundo".

                                             

            James Lind                                          Mary Shelley                            Percy Shelley

Bibliografía

http://temakel.net/litfrankorgigen.htm